Trastorno del sueño


La apnea del sueño, un trastorno muy común, - aunque infradiagnosticado- constituye un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular y cerebrovascular. Tanto el infarto de miocardio como el accidente vascular cerebral son más frecuentes durante el sueño nocturno o inmediatamente después. La apnea del sueño es un factor contribuyente a la hipertensión arterial sistémica y, en consecuencia, un factor de riesgo indirecto del infarto de miocardio y del ictus.

 

Las alteraciones hemodinámicas de la función cardíaca y de la circulación cerebral de la apnea del sueño convergen, junto con desaturaciones de oxígeno y cambios hemostáticos circadianos, en aumentar el riesgo de ictus durante el sueño. En hombres con apnea del sueño obstructiva grave se ha observado un aumento de episodios vasculares mortales y no mortales, en comparación con sujetos sanos.

La apnea del sueño es también más frecuente durante los períodos agudos y crónicos del accidente vascular cerebral, reduciendo el potencial de recuperación neurológica y funcional, al tiempo que aumenta la mortalidad. La apnea del sueño responde favorablemente al tratamiento, en consecuencia, su diagnóstico con la Poligrafía Respiratoria (*) y tratamiento con CPAP (**) han de ser seguidos vigorosamente, tanto antes como después del ictus. La evidencia creciente del desarrollo de lesiones estructurales cerebrales, en pacientes con apnea del sueño avanzada, sugiere que resulta deseable una intervención terapéutica precoz.


(*) Poligrafía Respiratoria que es una exploración inocua, que se realiza durante la noche en el domicilio del paciente, con un aparato que registra el flujo nasal, número total de apnea o hipopneas, pulso, los ronquidos, los movimientos toraco-abdominales y la saturación sanguínea de oxigeno. Su severidad depende del número de apneas-hipopneas registradas por hora de sueño.


(**) Estas son las siglas en el idioma Inglés, de una forma de tratamiento médico, conocida como Presión Positiva Continua de la vía Aérea. Se ha demostrado ser muy útil en la mayoría de los pacientes con trastornos respiratorios al dormir. Se utiliza tanto en casos de Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño como en aquellos dónde las apneas, son de origen central.
Por medio de un implemento portátil y de fácil uso, conocido como Generador de Presión Positiva, es posible incrementar la presión de aire que ingresa a la vía aérea del paciente a través de una mascarilla nasal que se ajusta confortablemente. Este incremento de la presión en la porción más alta de la faringe, mantiene abierta la misma y evita su colapso durante el dormir, permitiendo con ella una respiración normal durante el sueño.


Muchos pacientes NO imaginan, antes de iniciar con este tratamiento el positivo impacto que tendrá el mismo sobre la calidad de su sueño. Anteponer la expectativa – “negativa” para mucho-, de tener que dormir con una mascarilla nasal, como la razón para no llevar a cabo este tipo de tratamiento, es simplemente un error de proporciones no calculadas por dichos pacientes. La realidad es que existe suficiente evidencia para sostener que esta modalidad terapéutica es útil y tolerada en la gran mayoría de quienes se ven afectados por Trastornos Respiratorios del Dormir.